dimanche 26 novembre 2017

119- Reformar el ecológico no es tan natural

REFORMAR EL ECOLÓGICO NO ES TAN NATURAL

El pasado 8 de Noviembre el diario belga La Libre Belgique  publicaba un corto y conciso dosier sobre la reforma de la reglamentación europea de agricultura ecológica, que estuvo a punto de fracasar.
Es interesante echarle un vistazo a la situación, ahora que la reforma, por fin ha sido adoptada, el pasado 20 de noviembre.
Puedes leer la reacción del comisario europeo a la agricultura, Phil Hogan, después del voto http://europa.eu/rapid/press-release_STATEMENT-17-4727_es.htm



Las nuevas reglas del ecológico en Europa: Porque no avanza:

Europa quiere revisar su legislación sobre ecológico. El voto, el 20 de noviembre, se ve muy incierto. Revisión de las reformas propuestas y de lo que bloquea.

Negociaciones. Si la reforma del ecológico desemboca, habrá sido es proceso legislativo más largo de toda la historia de la Unión europea. Es que 18 trílogos habrán sido necesarios para llegar, el 28 de junio, a la actual propuesta. Todo empezó muy mal ya que el sector de la agricultura ecológica se opuso fuertemente a cualquier cambio legislativo. En 2007, la primera reglamentación había sido muy criticada ya que se apoyaba sobre el mínimo denominador común. Pero después había sido duramente defendida por el sector ecológico, frente al proyecto de nuevas reglamentaciones. Las negociaciones, iniciadas en 2105, fueron especialmente laboriosas ya que los Estados miembros defendían solo sus peticiones particulares. Provoco repetidas crisis en el seno de Consejo europeo y parones en el proceso de negociación.


Las grandes novedades en 7 puntos:
Al término de casi tres años de intensas negociaciones, el Consejo europeo votara, el 20 de Noviembre, una reforma de la legislación sobre ecológico. Un voto cuyo resultado es muy dudoso, los intereses particulares de determinados Estados miembros pareciendo ser incompatibles. Si el texto se aprueba, será de aplicación a partir del 1 de julio de 2020. A continuación las grandes novedades.

1-    Ningún umbral de productos químicos (todavía) autorizado.
Bélgica, Italia, Chequia y Eslovaquia han implantado umbrales de productos químicos (plaguicidas, abonos), no autorizados en agricultura ecológica, en los alimentos ecológicos. La Comisión europea (y Bélgica que ha practicado un lobby intenso, uniendo varios pequeños países a su causa) quería que sea una norma en el seno de la Unión. Pero ha sido rechazado especialmente por Alemania y Francia, que temían que el marchamo ecológico pierda su autenticidad.
En su sitio, la reforma prevé medidas de precaución reforzadas para evitar cualquier contaminación por productos químicos. Si una sospecha de contaminación afecta al producto, no podrá llevar la marca ecológica, el tiempo que la investigación demuestre eventualmente lo contrario, los cuatro países que tienen umbrales podrán mantenerlos. En un máximo de cuatro años, la Comisión producirá un informe sobre los motivos de las contaminaciones y podría decidir una armonización legislativa (umbrales o no umbrales para los 28 estados miembros).

2-    La agricultura hidropónica queda prohibida
Los Países Bálticos y Holanda querían conseguir que se pueda hacer cultivo ecológico sin suelo pero no lo pudieron. Las producciones hidropónicas siguen prohibidas en agricultura ecológica pero tres países (Suecia, Dinamarca y Finlandia) se benefician de una derogación durante diez años. Solo afecta una superficie total de 20 hectáreas.


3-    Las reglas de equivalencia para el ecológico no europeo desaparecen.
Era una aberración a escala del planeta, denunciada por la Organización Mundial del Comercio. Para los productos ecológicos que importa, la UE reconoce organismos de control fuera de la Unión para la certificación de productos ecológicos, siguiendo reglas de producción equivalentes. La reforma terminara progresivamente con esto. A partir de 2015, los países fuera de la UE tendrán que cumplir con el protocolo ecológico europeo si quieren vender sus producciones en los mercados europeos. Derogaciones serán posibles para determinados productos como los plátanos.

4-    El acceso a las semillas se hace más fácil.
Las variedades tradicionales, hoy por hoy prohibidas a la venta, y variedades especialmente creadas para ser adaptadas a este tipo de producción, serán disponibles para la agricultura ecológica.

5-    Controles reforzados en las fincas.
Actualmente, los productores son controlados en el terreno y sobre documentación, una vez al año, con el fin de verificar si no hacen trampas. También son objetos de controles por sorpresa. Con la reforma, los controles serán basados sobre un análisis de riesgos sistemático. Los controles anuales y por sorpresa serán mantenidos pero sin ninguna irregularidad se observa durante tres años, el control en el terreno solo se hará cada dos años. Al revés, si se observan anomalías repetidas, los controles serán intensificados.

6-    Los pequeños productores se agrupan.
La nueva legislación autoriza la formación de agrupaciones de productores, en las que se pone en común la infraestructura y el material. De esta manera, los pequeños agricultores podrán mutualizar sus costes de producción y de acreditación en ecológico, que es elevado.

7-    Nuevos productos certificados.
Se trata de los conejos, de los cérvidos, aceites esenciales, corcho, algodón, sal o lana.


3 PREGUNTAS A
Blanche Magarinos-Rey.
Abogada especializada en derecho medioambiental.

Defiendes la proposición de reforma de la legislación sobre ecológico. ¿Por qué?
El texto contiene progresos reales sobre las semillas, la biodiversidad, por ejemplo. La eliminación de las reglas de equivalencia con los países terceros podrá permitir desarrollarse al ecológico europeo ya que, en la actualidad, 50% de los productos ecológicos vendidos en la Unión europea se importan. Si este compromiso fuera rechazado, sería, en mi opinión, una auténtica catástrofe, un desastre. Es poco probable que la Comisión vuelva a trabajar en un nuevo proyecto de reforma. Nos quedaríamos pues, con la legislación de 2007 con sus imprecisiones, sus derogaciones, el sistema desequilibrado de importaciones de productos ecológicos, etc.”
(Las otras preguntas afectan al voto en sí y al caso específico de Bélgica).


En los aspectos técnicos, es de notar la prohibición de los cultivos sin suelo. Este punto me parece especialmente discutible, en la medida en que esta técnica permite la puesta en práctica de una agricultura confinada, totalmente fuera del alcance de las enfermedades y de las plagas, y en consecuencia una total ausencia de necesidad de empleo de pesticidas ni sintéticos, ni naturales. Es cierto que el aspecto nutricional es todavía difícil, pero grandes avances han sido realizados en este aspecto, haciendo que la nutrición orgánica sea ahora posible en hidroponía.
Los cultivos sin suelo también permiten la valorización de zonas incompatibles con la agricultura, con una utilización óptima de los recursos hídricos, casi sin desperdicio (todo es recuperado, compostado y reciclado, desde los sustratos a las soluciones nutritivas, pasando por los plásticos y los restos de los cultivos anteriores), con unas productividades muy elevadas por unidad de superficie, y la posibilidad de producir localmente alimentos sanos a todo lo largo del año. Es una agricultura moderna, eficiente, casi sin efecto negativo sobre el medioambiente ni la salud humana.


Me parece una lástima eliminar a priori una vía interesante de la que parece evidente que a corto o medio plazo, seremos capaces de llevarla de una manera totalmente compatible con la agricultura ecológica.
También existe un número creciente de proyectos de agricultura urbana sin suelo que no van a poder beneficiarse del sello ecológico, aunque las técnicas empleadas parecen estar en acuerdo con la filosofía, a parte de la ausencia de suelo.
Me parece perjudicial tanto para los productores como para los consumidores.
En mi opinión, es un grave error, típica de una ideología que tiene una visión reductora, estrictamente limitada a la aplicación tonta del dogma.


Pero vamos, la reforma fue finalmente votada. Pero ¡a qué precio!
Hemos estado muy cerca de un bloqueo por puro inmovilismo, para defender intereses particulares en detrimento del interés común.

Esto me refuerza en la ida de menos Estado, más Europa. Total, si queremos hacer que Europa funcione verdaderamente, hay que sacarla de sus disputas de campanario. Solo entorpecen el buen funcionamiento del sistema, y a fin de cuenta, el perjuicio siempre recae sobre los habitantes y sobre las empresas que dependen de esas decisiones políticas.

Sabes que no soy un fanático de lo ecológico, no tanto en lo que a producción se refiere, sino en lo que afecta a su comunicación. Se trata en primer lugar de una amplia manipulación de la opinión pública, basada en un dogma según el cual todo lo que es natural es bueno para la salud y no contaminante. En sí es una tontería, pero sobre todo, da lugar a un montón de abusos bajo el único pretexto que “es natural”.
Sin embargo, lo ecológico es una vía que toma cada día mayor protagonismo, que afecta a una parte cada vez mayor de la alimentación, tanto en Europa como en el resto del mundo. También es una línea directriz que habrá tenido el gran mérito de cuestionar muchas prácticas criticables en todas las ramas de la actividad humana. La agricultura está ganando en sostenibilidad en parte gracias a los aportes técnicos procedentes de la reflexión sobre la producción ecológica.

La Unión europea es actualmente un ejemplo en materia de exigencia, de control y de seriedad en materia de legislaciones referentes al medioambiente, los pesticidas, la salud, la calidad de los alimentos.
Muy poco ha faltado para que se quede atrás en materia de agricultura ecológica.

Un poco de armonización no viene nada mal, para que los consumidores no se pierdan tanto, y para que los agricultores puedan trabajar con medios mejor adaptados, y mejor controlados.

Imagen: http://bi.gazeta.pl/im/78/17/c3/z12785528Q,Warzywa.jpg

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