dimanche 12 mai 2019

146- las alternativas a los pesticidas -5- El trampeo

LAS ALTERNATIVAS A LOS PESTICIDAS -5- EL TRAMPEO

El uso de trampas es probablemente uno de los métodos de caza más antiguos, ampliamente empleado por los humanos.
El principio es bastante sencillo. Consiste primero en conocer bien a las presas, su ritmo de vida, sus costumbres, su alimentación, sus lugares de paso, sus fuerzas y sus debilidades.
A partir de eso, se colocan trampas, o bien de tal manera que la presa queda irresistiblemente atraída, o bien en su camino habitual de paso.
En todos los casos, el objetivo del trampeo es generalmente la muerte del animal, a veces su captura para llevarlo a otro lugar.

La agricultura moderna ha recuperado esta ancestral técnica para reducir o eliminar los daños de determinados animales dañinos para los cultivos agrícolas.

Foto personal

Cuando se habla de trampeo en agricultura, se piensa en general a conejos y otros roedores como los topillos. Y de hecho se puede emplear esta técnica para reducir sus daños. Algunos modelos de trampas para topillos son por ejemplo comercializados para ser colocados en las galerías, con el fin de sustituir los atrayentes envenenados usualmente utilizados.
Puede parecer cruel. Sin embargo estas trampas modernas son muy efectivas y la muerte del animal es casi instantánea, evitando su sufrimiento mucho mejor que con la mayoría de las trampas artesanales clásicas o con los atrayentes envenenados.

A fin de cuenta, se busca ante todo, con respecto a los vertebrados, mucho más hacer una regulación de las poblaciones que a erradicarlas.
Y el trampeo tiene el mérito de reducir el riesgo de matar a animales que no sean el objetivo, como por ejemplo sus depredadores (rapaces, serpientes o mamíferos carnívoros) por envenenamiento indirecto.

Pero esta técnica se ha principalmente desarrollado en las 3 o 4 últimas décadas con las necesidades de protección de las cosechas contra los ataques de insectos dañinos.

La técnica de trampeo es muy empleada para el monitoreo de las poblaciones de insectos dañinos mediante la captura de individuos en un número limitado de puntos de referencia. Le permite al agricultor evaluar la evolución del riesgo, y en consecuencia de aplicar las medidas previstas en el momento más apropiado.
Esta técnica es muy ampliamente empleada en producción integrada y en agricultura ecológica para situar de la manera la más exacta los insecticidas necesarios a la protección del cultivo.
Los atrayentes empleados son, o feromonas sexuales (de las que te hable en el anterior capítulo http://culturagriculture.blogspot.com/2019/03/145-las-alternativas-los-pesticidas-4.html) que se emplean especialmente para la vigilancia de los lepidópteros, numerosos en numerosos cultivos, o o atrayentes de tipo alimenticio como es el caso para la mosca de la fruta (Ceratitis capitata), o también obstáculos como son las bandas pegajosas para vigilar el inicio de las migraciones de larvas de cochinillas, o placas o bandas de colores (amarillas o azules en general) para la vigilancia de la mosca blanca o del Trips. Tambien existen trampas de color o trampas luminosas para algunos usos, como es el caso de la captura domestica de los mosquitos.


El diseño de la trampa de insectos también tiene una gran importancia en su efectividad, y depende tanto de la plaga objetivo como del atrayente utilizado.
En el caso de las moscas por ejemplo, tiene que entrar pero sin poder salir. El principio utilizado es el de la nasa de pesca, es decir que cuando entra en la trampa, casi le es imposible encontrar el camino inverso.
Se ira jugando con la forma de la trampa, su color, la transparencia o la opacidad de los materiales empleados.
En el caso de la mosca, la atraemos gracias al color amarillo. En su interior, se coloca un atrayente alimenticio cuyo olor la llevara hasta el agujero de entrada, situado en la parte amarilla y opaca. La parte de arriba de la trampa se hace en un material transparente. Una vez dentro, la mosca es atraída por la luz, que es la parte transparente, y no puede encontrar la salida.
El mismo principio se utiliza para capturar las avispas en los jardines.
Una pastilla impregnada de insecticida, sintético o natural según los casos, mata al insecto dentro de la trampa. En algunos casos, es el propio atrayente, liquido, que mata al insecto por ahogamiento. En otros casos, la pastilla de feromonas se coloca en una placa engomada de la que el insecto no puede escapar.


El mismo principio se utiliza en la técnica de la captura masiva, o trampeo masivo, que consiste a emplear trampas del  mismo tipo que para el monitoreo, pero en gran cantidad, con el objetivo de capturar la casi totalidad de los individuos presentes, evitando el uso de insecticidas en contacto directo con el cultivo.
La técnica funciona bien en determinados casos, mal en otros.
En la mayoría de los casos, los daños son producidos por las larvas de los insectos. En consecuencia hay que evitar que los adultos se puedan aparear y se reproduzcan.
La efectividad es generalmente buena si se capturan sobre todo las hembras.
Por lo contrario, si el atrayente captura sobre todos los machos, no se puede evitar que las hembras, fecundadas fuera de la parcela protegida, pongan huevos sobre el cultivo sensible.

Al igual que para la técnica de confusión sexual, el trampeo masivo se basa en un importante y largo trabajo de investigación científica a partir del cual se pueden desarrollar esas técnicas evitando el uso de pesticidas en contacto con el cultivo.
Del mismo modo, el agricultor debe poseer un buen conocimiento de la situación del cultivo y de los riesgos fitosanitarios presentes.

Esas técnicas son muy selectivas et permiten reducir al máximo los efectos colaterales indeseables de la protección de los cultivos.
Están llamadas a un probable gran desarrollo en los próximos años.

Imagen: http://image.made-in-china.com/2f0j00sSWaybQzJVrE/Yellow-Blue-Sticky-Trap.jpg

146- Les alternatives aux pesticides -5- Le piégeage

LES ALTERNATIVES AUX PESTICIDES -5- LE PIÉGEAGE

L’utilisation de pièges est sans doute une des méthodes de chasse les plus anciennes, largement utilisé par les humains.
Le principe en est assez simple. Il consiste tout d'abord à bien connaitre les proies, leur rythme de vie, leurs habitudes, leur alimentation, leurs lieux de passage, leurs forces et leurs faiblesses.
A partir de ça, on place des pièges, soit de telle manière que la proie y soit irrésistiblement attirée, soit en travers de son chemin habituel de passage.
Dans tous les cas, l'objectif du piégeage est généralement la mort de l'animal, parfois sa capture pour le conduire ailleurs.

L'agriculture moderne a repris cette technique ancestrale pour réduire ou supprimer les dégâts de certains animaux nuisibles aux cultures agricoles.

Photo personnelle

Quand on parle de piégeage en agriculture, on pense en premier lieu aux lapins et autres rongeurs comme les campagnols. Et c'est vrai qu'on peut utiliser cette technique pour en réduire les dégâts.
Certains modèles de pièges à campagnols sont par exemple commercialisés pour être placés dans les galeries, afin de le substituer aux appâts empoisonnés habituellement utilisés.
Cela peut paraître cruel. Pourtant ces pièges modernes sont très efficaces et la mort de l’animal est presque instantanée, évitant sa souffrance beaucoup plus qu’avec la majorité des pièges artisanaux classiques ou qu’avec les appâts empoisonnés.
En fin de compte, on cherche avant tout, en ce qui concerne les vertébrés, davantage à faire une régulation des populations qu’à les éradiquer.
Et le piégeage a le mérite de réduire le risque de tuer des animaux non ciblés, comme par exemple leurs prédateurs (rapaces, serpents ou mammifères carnivores) par empoisonnement indirect.

Mais cette technique s'est surtout développée durant les 3 ou 4 dernières décennies avec les besoins de protection des récoltes contre les attaques d’insectes nuisibles.

La technique de piégeage est très utilisée pour la surveillance des populations d’insectes nuisibles à travers la capture d’individus dans un nombre limité de points de référence. Cela permet à l’agriculteur d’évaluer l’évolution du risque, et donc de mettre en application les mesures qu’il a prévues au moment le plus approprié.
Cette technique est très largement employée en production raisonnée ou intégrée et en agriculture biologique pour situer de manière la plus exacte possible les insecticides nécessaires à la protection de la culture.
Les attractifs employés sont, soit des phéromones sexuelles (dont je vous ai parlé dans le précédent chapitre http://culturagriculture.blogspot.com/2019/03/145-les-alternatives-aux-pesticides-4.html) qu’on utilise en particulier pour la surveillance des lépidoptères, nombreux sur de nombreuses cultures, soit des attractifs de type alimentaire comme on les utilise pour la mouche méditerranéenne des fruits (Ceratitis capitata), soit encore des obstacles, comme les bandes engluées pour surveiller les sorties des larves de cochenilles, ou des plaques ou bandes engluées de couleur (jaune ou bleue le plus souvent) pour la surveillance des aleurodes ou des thrips. Il existe aussi des pièges colorés ou encore des pièges lumineux pour certains usages, comme c’est le cas pour le piégeage domestique des moustiques.


Le design du piège à insectes a aussi beaucoup d’importance dans son efficacité, et dépend à la fois du nuisible visé et de l’attractif employé.
Dans le cas des mouches par exemple, il faut qu’elles y rentrent sans pouvoir en sortir. On utilise donc le principe de la nasse, c’est-à-dire qu’une fois rentrée dans le piège, il lui soit presque impossible de retrouver le chemin inverse.
On jouera donc sur la forme du piège, sa couleur, la transparence ou l’opacité des matériaux employés.
Toujours dans le cas de la mouche, on l’attire grâce à la couleur jaune. A l’intérieur, on place un attractif alimentaire dont l’odeur la guidera jusqu’au trou d’entrée, situé sur la partie jaune et opaque. Le haut du piège est réalisé en matériau transparent. Une fois dedans, la mouche est attirée par la lumière, donc vers la partie transparente, et ne retrouve donc pas la sortie.
Le même principe est utilisé pour capturer les guêpes dans les jardins.
Une pastille imprégnée d’insecticide, synthétique ou naturel selon les cas, tue l’insecte à l’intérieur du piège. Dans certains cas, c’est l’attractif alimentaire en lui-même, liquide, qui tuera l’insecte par noyade. Dans d’autres cas, la pastille de phéromones est placée sur une plaque engluée dont l’insecte ne peut pas s’échapper.


Le même principe s’utilise dans la technique de piégeage massif, qui consiste à utiliser des pièges du même type que pour la surveillance, mais en très grand nombre, avec pour objectif de tenter de capturer la quasi-totalité des individus présents, évitant ainsi l’utilisation d’insecticides en contact direct avec la culture.
La technique marche bien dans certains cas, mal dans d’autres.
Dans la majorité des cas, les dégâts aux cultures sont produits par les larves des insectes. Il faut donc éviter que les adultes s’accouplent et se reproduisent.
L’efficacité est généralement bonne si on capture surtout des femelles.
Par contre, si l’attractif capture surtout des mâles, on ne peut éviter que des femelles, fécondées hors de la parcelle à protéger, viennent pondre sur la culture sensible.

Comme pour la technique de confusion sexuelle, le piégeage massif se base sur un important et long travail de recherche scientifique à partir duquel on peut développer ces techniques évitant l’emploi des pesticides au contact direct de la culture.
De la même manière, l’agriculteur doit posséder une très bonne connaissance de la situation de la culture et des risques phytosanitaires présents.

Ces techniques sont très sélectives et permettent donc de réduire au maximum les effets collatéraux indésirables de la protection des cultures.
Elles sont appelées à un probable fort développement dans les années à venir.

Image : http://image.made-in-china.com/2f0j00sSWaybQzJVrE/Yellow-Blue-Sticky-Trap.jpg

146- Alternatives to pesticides -5- Trapping

ALTERNATIVES TO PESTICIDES -5- TRAPPING

The use of traps is probably one of the oldest hunting methods, widely used by humans.
The principle is quite simple. It consists first of all, in knowing well the preyS, their rhythm of life, their habits, their food, their path of passage, their strengths and their weaknesses.
From there, traps are set, so that the prey is irresistibly attracted, or across its usual path of passage.
In any case, the purpose of trapping is usually the death of the animal, sometimes its capture to drive it elsewhere.

Modern agriculture has adopted this ancient technique to reduce or eliminate the damage of certain animals that are harmful to agricultural crops.

Personal picture

When we talk about trapping in agriculture, we think in the first place of rabbits and other rodents like voles. And it is true that we can use this technique to reduce their damage.
Some models of vole traps are for example marketed to be placed in the galleries, in order to use it to replace the usual poisoned baits.
It may seem cruel. Yet these modern traps are very effective and the death of the animal is almost instantaneous, avoiding its suffering much more than with the majority of traditional artisan traps or with poison baits.

In the end, the focus is on vertebrate control rather than population control.
And trapping has the merit of reducing the risk of killing non-target animals, such as their predators (raptors, snakes or carnivorous mammals) by indirect poisoning.

But this technique has mainly developed during the last 3 or 4 decades with the needs of crop protection against pest attacks.

The trapping technique is widely used for monitoring pest populations through the capture of individuals in a limited number of reference points. It allows the farmer to assess the evolution of the risk, and thus to implement the measures he has planned at the most appropriate time.
This technique is very widely used in IPM (integrated pest management) and integrated production and in organic farming to locate as accurately as possible the insecticides necessary for the protection of the crop.
The attractants used are either sexual pheromones (which I told you about in the previous chapter http://culturagriculture.blogspot.com/2019/03/145-the-alternatives-aux-pesticides-4.html) used in particular for the monitoring of Lepidoptera, numerous on many crops, either food-based attractants as used for Mediterranean fruit fly (Ceratitis capitata), or obstacles, such as sticky strips to monitor mealybug larvae, or stained plates or strips of color (usually yellow or blue) for whiteflies or thrips. There are also colored traps or light traps for certain uses, as is the case for domestic mosquito trapping.


The design of the insect trap is also very important in its effectiveness, and depends both on the target pest and the bait employed.
In the case of flies for example, they must go in without having the possibility of going out. So we use the principle of the fish trap that is to say that once entered the trap, it is almost impossible for him to find the opposite way.
We will play on the shape of the trap, its color, transparency or opacity of the materials used.
Still in the case of the fly, it is attracted by the yellow color. Inside, we place an alimentary bait whose smell will guide it to the entrance hole, located on the yellow and opaque part. The top of the trap is made of transparent material. Once inside, the fly is attracted by the light, so towards the transparent part, and thus does not find the exit.
The same principle is used to capture wasps in gardens.
A pellet impregnated with insecticide, synthetic or natural depending on the case, kills the insect inside the trap. In some cases, it is the alimentary bait in itself, liquid, which will kill the insect by drowning. In other cases, the pheromone pellet is placed on a stuck plate from which the insect cannot escape.


The same principle is used in the technique of mass trapping, which consists in using traps of the same type as for monitoring, but in very large numbers, with the aim of attempting to capture almost all the individuals present, thus avoiding the use of insecticides in direct contact with the crop.
The technique works well in some cases, bad in others.
In most cases, crop damage is produced by insect larvae. Therefore, adults should not be allowed to mate and reproduce.
Efficacy is generally good if you catch mostly females.
By cons, if the attractant catches mainly males, we cannot avoid that females, fertilized outside the plot to protect, come to lay their eggs on the sensitive crop.

As with the sexual confusion, mass trapping is based on a long and extensive scientific research work from which these techniques can be developed avoiding the use of pesticides in direct contact with the crop.
In the same way, the farmer must have a very good knowledge of the situation of the crop and the phytosanitary risks present.

These techniques are very selective and thus make possible to minimize the undesirable side effects of crop protection.
They are likely to grow strongly in the coming years.

Picture: http://image.made-in-china.com/2f0j00sSWaybQzJVrE/Yellow-Blue-Sticky-Trap.jpg