lundi 14 avril 2014

14- Métodos de producción -1- tradicional y convencional

Voy a intentar explicar los distintos métodos de producción empleados en agricultura. Actualmente se distinguen, en los mercados, el Bio o producción ecológica, y el resto, agrupado bajo el nombre genérico de “producción convencional”. Sin embargo, el Bio se divide al menos en dos opciones: agricultura ecológica y agricultura biodinámica. De su lado, la agricultura convencional se divide al menos en tres opciones: agricultura tradicional, agricultura convencional y agricultura integrada.

¿Por qué no se conoce esto? Por culpa del modo de distribución de los productos. Los mayoristas, al igual que los supermercados, no pueden o no quieren tener más de dos líneas de productos, ya que les complicaría la distribución y la comunicación, y podría provocarles un aumento de los costes de almacenamiento y de gestión de tienda. Así que prefieren limitar a dos gamas de productos, los productos ecológicos (sin distinción) y los productos convencionales (sin distinción tampoco). Sin embargo, existen grandes diferencias entre los métodos productivos.

Pues voy a intentar explicar todo esto de una manera sencilla.
Tengo previsto hacerlo en tres publicaciones. La primera, hoy, sobre agricultura convencional, la segunda sobre agricultura ecológica, y la tercera sobre lo que llamo la tercera vía, la producción integrada.

AGRICULTURA TRADICIONAL
Es el modo de producción en el origen de todas las formas actuales de agricultura. Se basa en una agricultura principalmente de subsistencia, muy artesanal. Sigue siendo el modo productivo más habitual en las partes del mundo donde la modernidad todavía no ha modificado profundamente los hábitos.
Hasta el final del siglo XIX, era el único modo productivo en el planeta, solo con algunas variaciones locales, y variaciones sociales.

¿Cómo se puede caracterizar?
Por una tradición verbal y práctica, por una falta de conocimiento científico, pero por un importante conocimiento de las interrelaciones y de los ritmos naturales, basado en la observación y la tradición.
También se puede caracterizar por la utilización principal de la tracción animal y el trabajo manual, y por una mecanización ausente o rudimentaria.
Durante mucho tiempo, ha sido el método utilizado en fincas grandes o latifundios, pero de una manera feudal o esclavista. Hoy es una agricultura de fincas pequeñas, una economía familiar.

En las numerosas regiones del mundo donde este método productivo sigue siendo el principal, es una agricultura frágil, ya que es muy dependiente de las condiciones climáticas. Recibe bastante ayuda de las ONG a través de misiones a menudo centradas en la apertura de pozos para limitar la dependencia al clima. 
También forman los agricultores a técnicas de producción más precisas con el fin de enseñarles a mejorar sus rendimientos a través de mejores prácticas agronómicas (evitar las quemas por ejemplo, o gestionar la rotación de los cultivos, o aprender a limitar los efectos de la erosión, o gestionar mejor el riego y los recursos hídricos).

El objetivo inicial de este tipo de producción es la alimentación del grupo, el funcionamiento de una micro sociedad humana, alrededor de la agricultura como actividad principal. Permite el desarrollo de numerosas actividades artesanales (tejeduría, herrería, cerámica…). Esta actividad genera pocos ingresos, excepto lo que puede ser vendido en los mercados directos de proximidad. 
La producción agrícola tradicional es muy cercana a una producción ecológica, e incluso biodinámica, pero no por filosofía, sino por obligación. Sin embargo no hay generalmente rechazo de los tratamientos o de la química, pero más bien una dificultad para acceder a técnicas más modernas.

Este tipo de agricultura, a menudo comete ciertos errores que llevan a pérdidas de producción, e incluso a pérdidas de superficie agrícola:
-     -       Laboreos y métodos de cultivo (riego, fertilización, quema de rastrojos) que favorecen la erosión de los suelos, su degradación y su pérdida de fertilidad.
-    -        Gestión global de los cultivos basada sobre técnicas que favorecen los desequilibrios vegetativos y provocando numerosas necesidades de corrección, nutricional y fitosanitaria (los desequilibrios nutricionales aumentan los problemas sanitarios).
-     -       Poca o ninguna preocupación medioambiental.
-     -       Poca o ninguna racionalización en la gestión del agua.

Veterinarios suelen visitarlos para vacunar y vigilar los rebaños, para evitar los riesgos de epidemias, pero los cultivos quedan casi totalmente sometidos a los riesgos climáticos. Hay que decir que una agricultura tan artesanal y pobre no es atractiva para los proveedores, y las empresas no hacen muchos esfuerzos para ayudar una agricultura poco acostumbrada a invertir o a gastar dinero en suministros. En determinadas zonas, cooperativas de se están implantando, para ayudar esos agricultores a dominar, desarrollar y comercializar sus producciones. Puede servir de intermediario entre proveedores y agricultores.

Sin embargo esta estructura social secular se vuelve frágil frente a las ambiciones de empresas agroalimentarias no siempre escrupulosas. Estos agricultores son dianas fáciles para empresas comerciales que buscan vender productos de todos tipos, o desarrollar grandes estructuras productivas que pueden perturbar gravemente el funcionamiento social de estas zonas.

Estas modernizaciones de zonas rurales tradicionales no siempre son malas si se piensan y se organizan de manera correcta, y pueden, a fin de cuenta, ser muy útiles para mejorar la fragilidad y la dependencia económica y social, pero a la condición de no dejar de lado los fundamentos de la organización humana, cultural y social del lugar.
Para concluir, solo quiero apuntar que, en los países industrializados, los agricultores que desean hacer una agricultura tradicional no se orientan hacia este método productivo, sino que eligen casi sistemáticamente la agricultura ecológica.


AGRICULTURA CONVENCIONAL
Se trata simplemente del estado actual de la agricultura en general, es decir la evolución de la agricultura tradicional después de haber integrado poco a poco todas las técnicas de modernización, a medida que se han presentado.
En realidad, no hay una forma de agricultura convencional, pero una infinidad de variantes, todas basadas en este principio. El objetivo de origen es la mejora de los resultados productivos, acompañada de una reducción del coste, así como de la penibilidad y de los riesgos vinculados con el trabajo, como lo han hecho todas la actividades humanas desde siempre.
La palabra convencional no tiene mucho sentido en este caso, pero bajo esta denominación, se entiende generalmente una agricultura aprovechando todas las técnicas modernas disponibles (mecanización, riego, fertilización, protección fitosanitaria, uso de medios avanzados de telecomunicación como el GPS para trabajar de una manera más exacta).

Entre la agricultura tradicional la más “primitiva” que describo primero, y la agricultura convencional la más moderna, existen numerosas variaciones, todas catalogadas como “producción convencional”, aunque muchas veces, no tienen mucho que ver entre ellas.

Todas las técnicas utilizadas buscan mejorar los resultados productivos, con rendimientos elevados y minimización del desperdicio.
Se ha criticado, y se sigue criticando mucho esta orientación productivista, pero hay que observar las cosas de cierta altura de miras.
Los agricultores no suelen hacer las cosas de cualquier manera. Gestionan sus fincas como empresas, con cálculos detallados de costes y planes precisos de inversiones. Usan, a nivel agrícola, los mismos modos de razonamiento que en cualquier empresa industrial o de servicios.
Al igual que en cualquier actividad, ha habido abusos, pero es cada vez menos el caso, ya que la economía de las empresas ya no lo permite. Los aportes de fertilizantes se calculan de la manera más exacta posible, los tratamientos se realizan con máquinas siempre más precisas y eficientes, para evitar los riesgos de pérdidas de producto y los despilfarros de todos tipos (todo producto perdido es también dinero perdido).
Aquí también, los protocolos de producción se están imponiendo en la mayoría de las empresas, buscando el control de la calidad del trabajo y verificando que cada intervención, de cualquier tipo, se haya correctamente estudiado previamente (control del proceso de decisión).
Las estructuras de comercialización no pueden más permitirse poner a la venta un producto cuyos controles no sean los suficientes. Los recientes escándalos alimentarios de todos tipos ponen en peligro numerosas profesiones y actividades que giran en torno a los alimentos, por culpa de algunos deshonestos o incompetentes. Estos protocolos intentan evitarlos, y a consolidar los que trabajan bien, que son la muy amplia mayoría, ofreciendo una garantía y una trazabilidad que no existía hasta hace poco.
Una vez más, no es ni la primera, ni la última vez que lo digo, la agricultura ha operado, desde varios años, una revolución interna que cambia totalmente la situación.

Es verdad que todavía se puede progresar, pero digo que la agricultura convencional hoy, es una agricultura gestionada por buenos profesionales, controlada por administraciones y organismos privados efectivos y exigentes. Eso hace que sea una agricultura eficiente, segura y siempre más respetuosa del medio ambiente y de la salud.
Los rumores y los temores creados y mantenidos por determinados grupos de presión son ahora falsos, y buscan principalmente a desviar los hábitos de consumo mediante la creación de una necesidad artificial e injustificada.
Es lamentable que la agricultura convencional sea el objeto de una campaña de desprestigio tan virulenta, por grupos que no necesitan preocuparse de saber si van a ser capaces de tener lo suficiente para comer mañana (es una preocupación de estómago lleno), mientras que este tipo de agricultura representa la producción de alimentos de más de 90% de la humanidad.

El próximo capítulo de esta serie sera sobre agricultura ecológica.

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