LAS ALTERNATIVAS A LOS PESTICIDAS -1- ¿PORQUE?
Mi anterior artículo me dio la idea de esta nueva serie,
muy importante frente a los desafíos que se presentan a la agricultura moderna,
en un contexto de exigencia societal para la reducción o incluso la prohibición
de los pesticidas de síntesis, y la necesidad de mantener una agricultura muy
productiva, pero respetuosa del medio ambiente y de la salud de los consumidores
y usuarios.
Me parece interesante examinar las soluciones disponibles
para sustituirlos.
Porque no se hará una agricultura suficientemente
productiva sin medios de protección fitosanitaria. Aunque es verdad que algunos
cultivos, en determinadas condiciones, pueden ser producidos sin ningún
pesticida, la gran mayoría de las producciones agrícolas tienen una necesidad
imperiosa de medios de control y de pesticidas, sea cual sea su origen, para
que la producción sea suficiente, los ingresos del agricultor también, y que la
seguridad de los alimentos sea garantizada para el consumidor.
Te recuerdo que estoy radicalmente opuesto a una
prohibición total de los pesticidas de síntesis.
Es una estafa intelectual dejar creer a un público no
informado, crédulo y manipulado, que la agricultura puede vivir sin pesticida.
También es una estafa intelectual dejar pensar a este
mismo público que soluciones no sintéticas existen para sustituir todos los
pesticidas sintéticos en todas las situaciones de cultivo.
Es otra vez una estafa intelectual dejar pensar a este
mismo público que todo lo que es natural es bueno, y que un pesticida natural
es mejor que un pesticida sintético. Lo puedes comprobar en mi serie “Natural
vs sintético”.
Y para finalizar es una estafa intelectual dejar creer,
como es todavía el caso de una amplia proporción de consumidores, que la
agricultura ecológica no emplea pesticidas. Las comunicaciones siempre se hacen
con el mismo modelo, donde se indica “sin pesticida” y se manda con un
asterisco hacia una nota escrita en letra pequeñita y al final del texto
“sintético” o “de síntesis”.
Para convencerse de esa realidad, hay que observar la
progresión europea del mercado de los biopesticidas:
Aunque sea yo seguro de lo que acabo de explicar, también
estoy convencido que el movimiento ecologista tiene el gran mérito de obligar
la agricultura y sus actividades conexas a cuestionarse, a modificar su mirada
sobre su propia actividad, a buscar alternativas a los aspectos más negativos,
especialmente referente al impacto sobre el medio ambiente y los riesgos
sanitarios.
En consecuencia es muy interesante conocer los métodos
alternativos disponibles o en desarrollo. Porque aunque este convencido que una
agricultura sin pesticida es imposible, también estoy convencido que es posible
reducir mucho su empleo.
Muchos investigadores en el mundo tratan de encontrar
soluciones, ya que la supresión de los pesticidas químicos sintéticos tendría
graves consecuencias en la productividad de la agricultura, sobre el
resurgimiento del hambre en el mundo, e incluso sobre los riesgos sanitarios en
nuestra alimentación. Una de las consecuencias sería un probable fuerte aumento
del coste de los alimentos, grandes dificultades financieras para los
agricultores de las zonas afectadas, y determinados riesgos, difíciles de
valuar, de inseguridad alimentaria. En resumen, se puede estimar que la
disponibilidad de alimentos sería más difícil de mantener estable.
Queridos lectores de los países ricos, no os preocupéis.
Siempre tendréis de comer. Tenéis la suerte, como yo, de vivir en un país
solvente, destinación de predilección para la exportación a la que nunca le
faltarán alimentos, ya que la gente tiene los medios para pagarlos.
Pero los habitantes de los países en desarrollo podrían
sufrir graves penurias alimentarias, más que hoy aun, ya que la exportación de
alimentos podría convertirse en fuente esencial de ingresos para los estados y
los propietarios.
Los nuevos métodos atraen especialmente la atención de
las multinacionales y de algunas startups, bien decididas a aprovechar el gran
pastel que se está perfilando, la venta masiva de alimentos a los países ricos.
Y es muy normal.
Hay una real necesidad.
La evolución de las mentalidades, primero en los países
desarrollados, y progresivamente también en los países en desarrollo lleva
progresivamente la agricultura hacia la producción ecológica, o por lo menos,
hacia una producción menos consumidora de pesticidas.
En realidad, no es exactamente esto. Sea cual sea el
método de producción empleado, y aunque sea verdad que existen medios para
reducir la presión de los ataques de muchas plagas y enfermedades, también es
cierto que los cultivos seguirán siendo más o menos sensibles a estos
problemas. Con el fin de evitar pérdidas excesivas, el agricultor podrá en
marcha todos los medios disponibles para evitar los daños potenciales.
La agricultura ecológica prohíbe todo lo que no es de
origen natural (con algunas excepciones), pero sin garantizar la inocuidad de
la técnica empleada, ni siquiera los riesgos medioambientales que presenta,
como es el caso con el cobre o el aceite de neem, o por la producción de
toxinas naturales por deficiencias en el control de las enfermedades fúngicas.
El agricultor convencional ya no tiene, hoy, ningún
interés en emplear ciegamente los pesticidas. Son caros, o incluso muy caros y
pueden tener efectos secundarios sobre el propio cultivo, como es el caso con
los piretroides sobre los ácaros, que favorecen el desarrollo de otros
problemas fitosanitarios que a su vez necesitaran el empleo de más pesticidas.
Las dos grandes orientaciones de la producción, ecológica
o convencional, se juntan pues en el fondo del problema: cualquier intervención
en el campo tiene efectos secundarios y consecuencias indeseables.
Nada nunca es anodino, que se use una técnica respetuosa
o un pesticida natural, o que se use un pesticida sintético.
Le tema de esta nueva serie es precisamente de estudiar
las técnicas y los métodos disponibles para evitar el empleo de pesticidas,
especialmente los sintéticos.
En determinados cultivos, las alternativas no sintéticas
no permiten, en la actualidad, asegurar una producción suficiente.
Pero llegara el momento, no sé ni cuando no como, pero
llegara.
Mientras tanto, cualquier prohibición no correctamente preparada
por la existencia previa de una solución de sustitución confirmada, tendrá
graves consecuencias sobre la alimentación.
La probable próxima prohibición del glifosato podría
convertirse en un auténtico desastre, especialmente para métodos de producción
respetuosos como la agricultura de conservación, con finalmente un resultado
exactamente inverso al perseguido.
La prohibición de los neonicotinoides, cuyos efectos
sobre las abejas son controvertidos, también tendrá graves consecuencias sobre
determinados cultivos.
Sería preferible determinar prioridades, sin prejuicios,
sin ideología, siguiendo criterios científicos indiscutibles, y favorecer la
investigación de soluciones para resolver dichas prioridades.
Numerosos estudios están en marcha o ya han terminado.
Los presentaré en varios capítulos de esta serie, y publicaré después un nuevo
artículo cada vez que una innovación interesante aparecerá.
En los próximos capítulos de esta serie, hablare de la
evolución de los conocimientos sobre plagas y enfermedades, así como del
comportamiento de las plantas frente a esas agresiones, de los pesticidas de
origen natural, de los organismos vivos que permiten reducir o evitar el uso de
pesticidas, de la influencia que puede tener el agricultor sobre la capacidad
de autodefensa de las plantas, del uso de feromonas, de la influencia de la
biodiversidad sobre los riesgos parasitarios, de la investigación genética,
etc.
Hasta pronto pues.
Excelente articulo, yo he empezado hace poco este ciclos formativos de producción agroecológica a distancia. Pero antes me gustaría sus impresiones sobre los estudios fp.
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