Aquí os llevo
una de las cosas que más me molestan en los asuntos comerciales, y que es un
efecto perverso de la normalización.
Os lo prometo
desde 2 semanas, y es una de las cosas que han motivado el inicio de este blog.
Esta es una
nectarina de carne amarilla que llega, aquí en Sevilla, en los últimos días del
mes de mayo.
Es un poco
obsoleta por culpa de sus defectos de forma y por su falta de aguante después
de recolección. La base de sus problemas es su tendencia a tener un labio prominente.
El labio es la sutura, la ”línea” de separación entre los dos hemisferios. Cuando
comes un albaricoque con los dedos, y que quieres sacar el hueso, separas habitualmente
los dos hemisferios por el labio, la sutura.
El labio, si
es prominente, es un punto de fragilidad, que tiende a ablandecer antes que el
resto del fruto, provocando una madurez despareja del fruto. Es así como puede
tener un fruto blando y jugoso en el labio, pero crujiente en el resto, o
incluso verde.
Total, esta
variedad es muy buena. Pero tiene otro defecto, también grave. A veces puede
ser demasiado buena.
¿Demasiado
buena?
Algunas variedades
de nectarinas tiene una sensibilidad epidérmica, que hace que el nivel muy
elevado de azúcar, provoca que las lenticelas revienten, a partir de la zona
pistilar. La lenticela es un tipo de poro, que permite los intercambios gaseosos
entre la atmosfera y el fruto, su transpiración y su respiración.
Cuando revienta
una lenticela, se vuelve acorchada por efecto de cicatrización. Si numerosas
lenticelas revientan juntas, se forma una zona acorchada más o menos amplia,
que hace el fruto más feo.
En las
variedades con epidermis sensible a este fenómeno, la principal causa es el “sugar
spot”, como lo llaman los americanos. En este caso también es un efecto osmótico,
provocado por la enorme concentración en azúcar del fruto. El agua de lluvia o
de rocío esta aspirada en el interior del fruto, provocando que las lenticelas
revienten.
A continuación,
una pequeña demostración de la relación entre el aspecto de la piel y el nivel
de azúcar.
Si habéis leído
mi publicación de la semana pasada (20-medir la calidad en el campo), sabéis
que se usa un refractómetro para medir el índice refractométrico IR. También recordáis
que se considera un melocotón (o una nectarina) es de calidad superior a partir
de 12ºBx.
Ya que
conozco bien la variedad, no he tenido que buscar mucho para hacer estas fotos.
Lo único, he intentado coger frutos siempre con un calibre similar. Es que
existe una relación directa entre el calibre y la calidad gustativa (trabajos
del CTIFL en Francia), en el caso del melocotonero. En realidad, es mejor decir
que cuanto más pequeño el fruto, peor es su potencial gustativo.
Aquí tienes
la serie de fotos. Son 3 frutos, escogidos por su nivel de sugar spot, y los
niveles de IR de cada uno.
Esta es la
variedad, tal como es para una presentación de primera categoría. Se ven
algunas lenticelas acorchadas, estos puntitos en la piel. El color rojo domina
y las manchas no están muy juntas y son pequeñas. Debajo, el IR. Aquí 13, un
fruto de gran calidad.
Ahora un
fruto que, por su presentación, se va clasificar en segunda categoría. Numerosas
lenticelas han reventado, dando este aspecto marrón, con manchas bastante
grandes, modificando su aspecto. Debajo, su IR. ¡Vaya! Hemos subido a más de
16. Un fruto excelente.
Y para
terminar, este fruto tiene un gran número de lenticelas rotas, formando amplias
zonas acorchadas, e incluso provocando algunas fisuras por falta de elasticidad
de la piel en estas zonas. Será clasificado, con suerte en segunda categoría (si
el mercado pide mucha fruta), pero con mucha probabilidad, terminara en la
basura, o para la industria. Debajo, aquí también, su IR. Ahora pasamos de 19. Un
fruto excepcional.
Y a modo de
conclusión, estas dos cajas de frutas, que son las que me llevo a casa. Son generalmente
mucho más difíciles de vender, con lo que son mucho más baratas. Son las
mejores frutas. Pero están desclasificadas por sus defectos estéticos. Otro problema
de fealdad, pero que disimula un corazón de oro…
En el mejor
de los casos, serán vendidos localmente, en el peor, terminaran en la
industria, o a la basura.
En cualquier
caso, tendrá un precio bajo, no cubriendo los gastos de cultivo.
Y de ninguna
forma llegaran a ser exportados, ya que son no conformes, en estética, con los
protocolos de los principales importadores internacionales.
Total, si
queréis probar la degustación de estas frutas, tendréis que buscar un productor
cerca de vuestra casa, o iros de vacaciones, este verano, a una zona productora.
También se pueden encontrar en los mercadillos de pueblos.
Pero si
tenéis costumbre de comprar vuestras frutas y verduras en supermercados, no
tenéis posibilidad casi ninguna de encontrarlas.
Este problema
será uno de los motivos que va decidir del arranque de la variedad. En su
lugar, se plantara otra variedad cuya epidermis es más resistente.
No os
preocupéis, existen variedades excelentes, sin el problema del sugar spot.
Pero tendré
siempre cierta nostalgia de estas frutas excepcionales, detectables a simple
vista.
Es cierto que en nombre de la estética hemos perdido la verdadera noción de calidad.
RépondreSupprimerMe ha encantado tu artículo, incluido el título, que con tu permiso, tomaré para hacer una camisa de obsequio a un compañero de trabajo.
Gracias por toda la información que comentas.