PESTICIDAS: LA HORA DEL TÉ
Un estudio canadiense de 2014 demostraba que la mayoría
de los tés de gran difusión en Canadá contenían residuos de plaguicidas, a
veces numerosos.
Siendo yo mismo consumidor diario de té desde muchos
años, no me dejó insensible.
Siendo yo mismo agricultor y productor de melocotones y
nectarinas convencionales, muy acostumbrado al manejo de plaguicidas y a los análisis
de residuos, estoy muy sensibilizado al este problema.
Imagen: http://espacebonthe.ch/wp-content/uploads/2014/09/Tasse-de-th%C3%A9.jpg
El artículo, en su versión francesa, presenta la tabla de
los resultados, pero sin referencia legal. Así que decidí verificar como se
sitúan esos resultados con respecto a las normas vigentes, tanto en Canadá como
en Europa (dando por hecho que la situación del té en Europa es probablemente
parecida).
A continuación encontraras el resultado de mis
investigaciones personales.
Puedes buscar la normalización canadiense en la página http://pr-rp.hc-sc.gc.ca/mrl-lrm/index-eng.php
Puedes también comprobar esos resultados en la página
especifica europea
En esta tabla, he tomado la libertad de indicar el nivel
de umbral de determinación para las moléculas que no tienen autorización en el
té, y para las moléculas que no aparecen en la lista.
Hay que notar que la legislación europea considera que
cualquier producto no autorizado en el cultivo queda prohibido. Sin embargo, un
nivel mínimo de residuo queda tolerado en el umbral de determinación (es decir
en el nivel más bajo que permite afirmar con certeza de que molécula se trata),
con el fin de cubrir los caos de importación, ya que esas moléculas pueden estar
autorizadas en países no comunitarios.
Sin embargo, con respecto a los productos que no aparecen
en las listas, su residuo, incluso a nivel de trazas (es decir por debajo del
umbral de determinación) está prohibido.
No he encontrado información sobre lo que considera la
legislación canadiense para las moléculas cuyos umbrales no se han fijado, o
que no aparecen en las listas. Asía que he empleado el mismo criterio.
¡Vaya sorpresa! El artículo tiene razón. Es cierto, con
esas mediciones, que los tés presentados no cumplen con la legislación
canadiense, y menos aún con la legislación europea.
Es un resultado muy sorprendente para quién, como es mi
caso, es acostumbrado a manejar de manera permanente normas cada vez más
numerosas, más exigentes y más controladas.
Imagen: http://cdnimg.in/wp-content/uploads/2015/08/6cherryteagardenchina.jpg?cfaea8
Personalmente, saco algunas conclusiones, o mejor dicho
algunas reflexiones poco agradables:
Los fabricantes de té parecen preocuparse poco de la obligación
teórica de cumplir con las normas, tanto del país de origen del producto, como
del país de destino.
Esta obligación está muy controlada para los productos
frescos, y es una preocupación cuotidiana para los agricultores, al menos los
que conozco, los agricultores europeos.
El número y la dureza de las normas, en Europa, es en parte
responsable de la grave crisis que atraviesa su agricultura.
Las administraciones encargadas de hacer cumplir las
normas parecen tener serias lagunas en los procedimientos de control de los
productos importados. Esos tés nunca deberían haber llegado hasta el
consumidor.
Tienes que saber que en Europa, un producto cuyos
residuos sobrepasan la norma vigente ni siquiera puede circular por carretera. O
sea que el agricultor cuya producción no cumple con esas normas, ni siquiera
puede mandarla desde su finca hasta el almacén donde se preparan para la
expedición y la venta. Se considera contaminada y debe ser gestionada por una
empresa especializada en el tratamiento de residuos tóxicos.
No creo que exista un riesgo sanitario con esos tés, pero
si existe una legislación vigente, debe ser cumplida por todos. Si no es así,
no sirve para nada.
Imagen: http://www.clermontcentre.com/wp-content/uploads/2010/09/N%C3%82%C2%B01-chinese-tea-plantation3-26.jpg
¿Cómo puede ser que tés no conformes de marcas de
renombre hayan podido franquear todas las etapas de control sin problema, y
terminar en la tienda de la manera la más normal?
¿De qué sirven tantas normas que azotan los productores
occidentales, si los productos de importación no están sometidos a las mismas
reglas?
También es muy sorprendente observar que algunos tés
presentan numerosos residuos que no aparecen en la legislación canadiense.
Saco también otra conclusión, que solo viene reforzar mi
opinión, que ya he contado y repetido en varias ocasiones: por mucho que digan
algunos grupos cuyos objetivos son opacos, la agricultura europea es la más
respetuosa del mundo, y por consecuencia la más sana. ¿Quedan progresos que
hacer? Sin lugar a dudas, y se hacen día tras día.
Pero tal vez sería bueno dejar de criticar tanto la
agricultura europea, lo que se empeñan en hacer los medias en esos últimos
años, cuando si existen problemas serios, es probable que vengan principalmente
de productos de importación.
En referencia a la legislación europea, solo dos tés
serían conformes y en consecuencia posibles de comercializar, es decir tés que
no presentan ningún residuo por encima del 100% de la norma vigente.
Imagen: http://peuplesdumonde.voyagesaventures.com/images/stories/va/geographie/geoasie/geoasiesud/inde%20sud%20-the-1.jpg
No conozco el cultivo del té, y no conozco sus problemas
fitosanitarios, sin embargo estoy muy sorprendido que una misma muestra pueda
contener más de 10 plaguicidas. Solo veo tres explicaciones posibles: o la región
de producción es extremadamente sensible a un gran número de problema
fitosanitarios, o el agricultor no toma las más elementales precauciones a la
hora de usar plaguicidas, o el té es el resultado de una mezcla de tés de
varios orígenes, y la consecuencia de una mezcla de plaguicidas.
Si miramos los tés más cargados de residuos con una
mirada técnica, vemos que la única explicación posible es que sean mezclas. Es que
no encuentro ninguna justificación válida, aun sin conocer el cultivo, para
explicar la presencia, en una misma muestra, de varios piretrinas (bifentrina,
cipermetrina, deltametrina, fenpropatrina, lambda-cihalotrin), de varios
neonicotinoides (acetamiprid, imidacloprid, tiacloprid, tiametoxam) o tambien dtambiéns
acaricidas (clofentezina, dicofol, piridaben, fenazaquin, fenpiroximato,
hexitiazox, propargita).
Pero es increíble que se pueda llegar a esta situación en
productos de gran consumo.
También puede uno preguntarse, viendo las diferencias de
registro de plaguicidas para un único producto como el té, si puede presentar algún
tipo de problema, en una situación de libre comercio como es el CETA, recientemente
firmado en la Unión Europea y Canadá.
Dicho eso, ya la vista de los resultados preocupantes de
esta investigación, quizás sería interesante hacer el mismo trabajo aquí en
Europa.
La producción europea de alimentos es extremadamente
controlada. Es un problema para los agricultores pero es un bien general.
Quizás la Unión Europea debería tomar las medidas
necesarias para que su propia agricultura no quede aún más perjudicada por la importación
de productos extracomunitarios que no cumplen con sus legislaciones.
Tendría la doble ventaja de proteger su propia agricultura,
evitando que investigaciones de asociaciones de consumidores detecten serio
fallos en los sistemas de control sanitario.
Sería una ventaja en credibilidad de la agricultura y en
credibilidad de las instituciones.
¿No tomarías un té?
Imagen: http://www.notonthehighstreet.com/system/product_images/images/001/240/489/original_alice-in-wonderland-tea-time-print.jpg
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