jeudi 28 février 2019

143- Las alternativas a los pesticidas -3- Los pesticidas


LAS ALTERNATIVAS A LOS PESTICIDAS -3- LOS PESTICIDAS

¿Se puede sustituir los pesticidas por otros pesticidas?
No solo es posible, sino que en la actualidad es la solución más empleada por los agricultores ecológicos y la más sencilla para ellos.

Imagen personal

Veamos.

Cuando se hable de pesticidas, la sociedad generalmente solo piensa en los pesticidas sintéticos. Raramente se habla de los pesticidas autorizados en agricultura ecológica, bastante numerosos, y cuyos efectos indeseados no son nada despreciables. Toxicidad para los suelos, para los peces, para las abejas, disruptores endocrinos, las consecuencias de su uso se aproximan generalmente mucho de los pesticidas sintéticos. La única cosa, fundamental, que les diferencia, es su origen natural en vez de sintético.

Mucha gente piensa también que la agricultura ecológica es una manera de reducir el “poder” de las grandes multinacionales de la agroquímica. Es un error, ya que hace muchos años ya que, viendo el cambio de tendencia, han invertido masivamente en la investigación de soluciones ecológicas para la protección de los cultivos.
Es así como uno de los principales insecticidas ecológicos del mundo, y actualmente uno de los insecticidas más empleados independientemente del método de producción, el spinosad (cuya toxicidad para las abejas es muy conocido y ampliamente documentado), ha sido descubierto en 1985, luego producido a gran escala por el gigante americano de la agroquímica Dow Chemical (ahora también propietario de Dupont). La fabricación de este pesticidas, producido por bacterias, se hace en fábricas ultramodernas, muy lejos de la imagen romántica de la fabricación manual de los pesticidas a base de decocción de plantas.
Del mismo modo, la extracción de piretrinas naturales empleadas en agricultura ecológica se realiza a partir de una producción industrial intensiva en monocultivo empleando pesticidas sintéticos a gran escala, también muy lejos de la filosofía de la agricultura ecológica (http://culturagriculture.blogspot.com/2017/04/104-natural-vs-sintetico-4-de-la.html).


Obviamente también existe un importante trabajo de fabricación artesanal de pesticidas, generalmente extractos de plantas o fermentaciones. Su eficacia es muy variable, ya que depende de las condiciones de fabricación (temperatura, luz, calidad del agua utilizada, concentración de las plantas en principios activos, saber-hacer del preparador, etc.).
Algunos fabricantes, en general empresas locales o nacionales, raramente multinacionales, proponen productos formulados en base a las mismas plantas, que tienen la ventaja de aportar al agricultor cierta garantía de homogeneidad y una gran facilidad de uso.

Pero creo que lo más interesante en este aspecto es la investigación, por numerosas empresas, grandes o pequeñas, universidades e institutos de investigación, de soluciones alternativas procedentes de la naturaleza para sustituir a los pesticidas sintéticos.

La naturaleza (especialmente las plantas, los hongos y las bacterias) no dejan de sorprendernos por su gran creatividad en las soluciones que ha desarrollado para defenderse de las agresiones externas. (http://culturagriculture.blogspot.com/2015/09/52-el-espiritu-de-las-plantas-2.html).
La investigación científica no para de hacer descubrimientos que muestran por una parte que nuestra alimentación es muy cargada de toxinas naturales de una gran diversidad, y por otra parte que muchas toxinas pueden tener usos agrícolas interesantes.


Es así como varios estudios (el más famosos es americano, del año 1999, por el profesor Bruce Ames y su equipo, de la Universidad de Berkeley https://toxnet.nlm.nih.gov/cpdb/pdfs/Paracelsus.pdf) han intentado analizar y cuantificar las toxinas naturales presentes en nuestra alimentación.
Los resultados son muy sorprendentes, y sobre todo son contrarios a las ideas preconcebidas: consumimos diariamente aproximadamente 10.000 veces más toxinas naturales que residuos de pesticidas sintéticos.
Dicho sea de paso, este estudio tiene ya 20 años. Desde entonces, las técnicas de protección de los cultivos han evolucionado, las moléculas han sido modernizadas y sus dosis de empleo han sido considerablemente reducidas.
Basándome en mis propios análisis de residuos, que he empezado a hacer en 1997, estimo que las cantidades de residuos presentes en los alimentos se han reducido de 10 a 20 veces desde esa época. Sin embargo nuestros alimentos no han evolucionado mucho y mantienen muy probablemente unos niveles similares en toxinas naturales.
Esto nos lleva, suponiendo que mi estimación sea correcta, a una proporción de 100.000 a 200.000 veces menos residuos de pesticidas sintéticos que de toxinas naturales absorbidas diariamente con nuestra alimentación.
Puede leer el artículo siguiente, en español https://www.um.es/lafem/Nutricion/DiscoLibro/07-Modificaciones/Saber%20mas/07-12.pdf que hace un resumen rápido de dicho estudio.

Cierro este inciso para decirte que, para lo que me interesa hoy, esos estudios tienen sobre todo el interés de demostrar que el mundo vegetal contiene un gran número de posibilidades de extracciones de moléculas naturales que podrían ser utilizadas en agricultura, con efectos fungicida, insecticida, repelente, nematicida e incluso en algunos casos herbicida.
El mismo estudio de Bruce Ames enseña por ejemplo que una simple taza de café contiene más de 1000 compuestos químicos y toxinas naturales.


Muy recientemente (la publicación es del 1 de febrero 2019), una posible alternativa ecológica ha sido descubierta para sustituir el muy mediático y muy controvertido y muy odiado glifosato https://www.nature.com/articles/s41467-019-08476-8.
Esta molécula, un azúcar hasta ahora desconocido, es producida por una bacteria, Synechoccus elongatus, que la hace una alternativa ecológica, con  un modo de acción muy similar al glifosato, lo que sería una garantía de polivalencia y de eficacia.
Representaría sobre todo una verdadera solución para las dificultades de control de hierba, uno de los grandes problemas mal resueltos en agricultura ecológica.
Puedes leer sobre este tema el artículo publicado por Mundo Agropecuario https://mundoagropecuario.com/azucar-inusual-de-cianobacterias-actua-como-herbicida-natural/

Queda averiguar si esta molécula corrige los “defectos” del glifosato, y en cuantos años el agricultor podrá emplear libremente esta nueva molécula natural.

Numerosos pesticidas naturales existen, basados en extractos vegetales en la mayoría de los casos: nicotina, piretrinas naturales, aceite de neem, fermentación de ortigas, extracto de pepitas de cítricos, extracto de ajo, extracto de lavanda, extracto de hojas de tomate, extracto de guindilla, rotenona, extracto de canela, aceites vegetales, etc.
Algunos son fácilmente disponibles para los agricultores, otros deben ser fabricados artesanalmente, otros aún son objetos de restricciones o de prohibiciones por los problemas medioambientales o sanitarios que presentan.


Total, los pesticidas ecológicos tienen mucho futuro, siguen siendo pesticidas, con inconvenientes similares a los pesticidas sintéticos, pero su origen natural hace que su empleo se permite a los agricultores ecológicos y no supone un problema para los fundamentalistas del ecologismo. La global falta de conocimiento de sus efectos secundarios sobre la salud y el medioambiente tampoco.
Presentan una gran ventaja para los agricultores: no hay cambio fundamental en las técnicas y métodos de producción. Pueden mantener sus costumbres de trabajo, sustituyendo los pesticidas sintéticos por sus equivalentes ecológicos.

El punto más flojo en la actualidad es la falta de soluciones ecológicas en muchos casos. Es probable que, gracias a las grandes inversiones que se realizan en la investigación científica en el mundo, novedades sigan apareciendo a buen ritmo.

Veremos más adelante que otras técnicas pueden representar un profundo cuestionamiento de las costumbres del agricultor.
El futuro, lógicamente, debe contemplar todas las técnicas disponibles.

Aunque grandes progresos se estén realizando, sigo pensando que es muy desafortunado y perjudicial querer negar a la agricultura, al menos hasta disponer de alternativas verdaderas, de soluciones efectivas, actualmente bien conocidas y poco problemáticas si se emplean bien, solo basándose en una ideología que no se basa en ninguna realidad tangible ni demostrada.

Y no nos ilusionemos, los estudios recientes o actuales sobre la caída importante de las poblaciones de insectos o de aves no mejoraran con la prohibición de los pesticidas sintéticos. Los pesticidas naturales tendrán efectos secundarios muy comparables cuando serán empleados a gran escala.
Solo se puede pensar, pero sin prueba de momento, que su biodegradabilidad será más rápida (sin excluimos los de origen minero, imprescindibles en ecológico, como el azufre o el cobre.



143- Les alternatives aux pesticides -3- Les pesticides


LES ALTERNATIVES AUX PESTICIDES -3- LES PESTICIDES

Peut-on substituer les pesticides par d’autres pesticides ?
Non seulement c’est possible, mais c’est même actuellement la solution la plus fréquemment employée par les agriculteurs bio et la plus simple pour eux.

Image personnelle

Voyons cela.

Quand on parle de pesticides, la société ne pense en général qu'aux pesticides de synthèse. On ne parle que rarement des pesticides autorisés en agriculture biologique, pourtant assez nombreux, et dont les effets indésirables ne sont pas forcément négligeables. Toxicité pour les sols, pour les poissons, pour les abeilles, perturbateurs endocriniens, les conséquences de leur utilisation n’a souvent pas grand-chose à envier aux pesticides de synthèse. La seule chose fondamentale qui les différencie, c’est leur origine naturelle et non synthétique.

Beaucoup de gens pensent aussi que l’agriculture biologique est une manière de réduire le « pouvoir » des grandes multinationales de l’agrochimie. C’est une grossière erreur, puisqu’il y a déjà plusieurs années que, sentant le vent tourner, elles ont massivement investi dans la recherche de solutions biologiques pour la protection des plantes.
C’est ainsi que l’un des principaux insecticides bio au monde, et actuellement l’un des pesticides les plus employés indépendamment de la méthode de culture, est le spinosad (dont la toxicité sur les abeilles est bien connue et largement documentée), a été découvert en 1985, puis produit à grande échelle par le géant américain de l’agrochimie Dow Chemical (désormais également propriétaire de Dupont). La fabrication de ce pesticide, produit par des bactéries, se fait dans des usines ultramodernes, bien loin de l’image romantique de la fabrication manuelle des pesticides à base de décoctions de plantes.
De la même manière, l’extraction des pyréthrines naturelles utilisées en agriculture biologique se fait à partir d’une production industrielle intensive en monoculture utilisant des pesticides de synthèse à grande échelle, également bien loin de la philosophie de l’agriculture biologique (http://culturagriculture.blogspot.com/2017/04/104-naturel-vs-sinthetique-4-de-la.html).


Bien entendu, il y a aussi un important travail de fabrication artisanale de pesticides, en général des extraits de plantes ou des fermentations. Leur efficacité est très variable, car elle dépend des conditions de fabrication (température, lumière, qualité de l’eau employée, concentration des plantes en principes actifs, savoir-faire du préparateur, etc.).
Certains fabricants, en général des entreprises locales ou nationales, rarement des multinationales, proposent des produits formulés sur la base de ces mêmes plantes, qui ont l’avantage d’apporter à l’agriculteur une certaines garantie d’homogénéité et une grande facilité d’emploi.

Mais je crois que le plus intéressant dans ce domaine est la recherche, par de nombreuses sociétés, petites ou grandes, des universités et des instituts de recherche, de solutions alternatives issues de la nature pour substituer les pesticides synthétiques.

La nature (particulièrement les plantes, les champignons et les bactéries) ne cesse de nous surprendre par sa grande créativité dans les solutions qu’elle a développées pour se défendre des agressions extérieures. (http://culturagriculture.blogspot.com/2015/09/52-lesprit-des-plantes-2-autodefense.html).
La recherche scientifique ne cesse de faire des découvertes qui montrent d’une part que notre alimentation est très chargée en toxines naturelles d’une grande diversité, et d’autre part que beaucoup de ces toxines peuvent avoir des utilisations agricoles intéressantes.


C’est ainsi que plusieurs études (la plus célèbre est américaine, date de 1999, du professeur Bruce Ames et son équipe, de l’Université de Berkeley https://toxnet.nlm.nih.gov/cpdb/pdfs/Paracelsus.pdf) ont tenté d’analyser et de quantifier les toxines naturelles présentes dans notre alimentation.
Les résultats sont très surprenants, et sont surtout contraires aux idées reçues : nous consommons quotidiennement environ 10.000 fois plus de toxines naturelles que de résidus de pesticides de synthèse.
Soit dit en passant, cette étude date d’il y a 20 ans. Depuis, les techniques de protection des cultures ont évolué, les molécules ont été modernisées et leurs doses d’utilisation ont été considérablement réduites.
En me basant sur mes propres analyses de résidus, que j’ai commencé à faire en 1997, j’estime que les quantités de résidus présents sur les aliments se sont réduites de 10 à 20 fois depuis cette époque. Par contre, nos aliments n’ont pas beaucoup évolué et maintiennent très probablement des niveaux similaires de toxines naturelles.
Ceci nous conduirait, en supposant que mon estimation soit correcte, à une proportion de 100.000 à 200.000 fois moins de résidus de pesticides de synthèse que de toxines naturelles absorbées quotidiennement dans notre alimentation.
Je vous conseille de lire l’article du blog Projet Utopia sur ce sujet (en français), qui fait une intéressante synthèse sur ce sujet http://projetutopia.info/poisons-naturels/

Je referme cette parenthèse pour vous dire que, pour ce qui m’intéresse aujourd’hui, ces études ont surtout l’intérêt de nous démontrer que le monde végétal recèle un grand nombre de possibilités d’extraction de molécules naturelles qui pourraient être utilisées en agriculture, avec des effets fongicide, insecticide, répulsif, nématicide et même, dans certains cas herbicide.
La même étude de Bruce Ames nous apprend par exemple qu’une simple tasse de café contient plus de 1000 composés chimiques et toxines naturels.


Très récemment (la publication date du 1er février 2019), il a été découvert qu’il existe peut-être une alternative biologique au très médiatique et très détesté et très controversé glyphosate https://www.nature.com/articles/s41467-019-08476-8 .
Cette molécule, un sucre jusque-là inconnu, est produite par une bactérie, Synechococcus elongatus, ce qui en fait une alternative biologique, avec un mode d’action très similaire au glyphosate, qui serait une garantie de polyvalence et d’efficacité.
Ce serait surtout une vraie solution aux difficultés de contrôle de l’herbe, un des grands problèmes mal résolus de l’agriculture biologique.
Vous pouvez lire à ce propos l’article publié par Futura Science https://www.futura-sciences.com/planete/actualites/plante-herbicide-base-sucre-remplacer-glyphosate-74945/

Reste à savoir si cette molécule corrigera les « défauts » du glyphosate, et dans combien d’années l’agriculteur pourra disposer librement de cette nouvelle molécule naturelle.

De nombreux pesticides naturels existent, basés sur des extraits végétaux pour la plupart : nicotine, pyréthrines naturelles, huile de neem, fermentation d’ortie, extrait de pépins d’agrumes, extrait d’ail, extrait de lavande, extrait de feuilles de tomate, extrait de piment, roténone, extrait de cannelle, huiles végétales, etc.
Certains sont facilement disponibles pour les agriculteurs, d’autres doivent être fabriqués artisanalement, d’autres encore font l’objet d’interdictions ou de restrictions pour les problèmes environnementaux ou sanitaires qu’ils présentent.


Bref, les pesticides biologiques ont un bel avenir devant eux. Ça reste des pesticides, avec des inconvénients similaires aux pesticides synthétiques, mais leur origine naturelle fait que leur emploi est permis aux agriculteurs biologiques, et ne pose pas d’états d’âmes aux fondamentalistes du bio. La globale méconnaissance de leurs effets secondaires sur la santé et sur l’environnement non plus.
Ils présentent un gros avantage pour les agriculteurs : il n’y a pas de changement fondamental dans les techniques et méthodes de production. Ils peuvent conserver les mêmes habitudes de travail, en substituant les pesticides synthétiques par leurs équivalents biologiques.

Le seul bémol  actuellement est le manque de solutions biologiques dans beaucoup de cas. Il est probable que grâce aux énormes investissements réalisés dans la recherche scientifique dans le monde, les nouveautés continueront à apparaitre à un rythme rapide.

Nous verrons par la suite que d’autres techniques peuvent représenter une profonde remise en question des habitudes des agriculteurs.
L’avenir doit fort logiquement considérer toutes les techniques disponibles.

Même si de grands progrès sont en cours, je continue de penser qu’il est très regrettable et dommageable de vouloir priver l’agriculture, au moins jusqu’à disposer d’alternatives vraies, de solutions efficaces, actuellement bien connues et peu problématiques si elles sont bien employées, seulement pour une idéologie qui ne se fonde sur aucune réalité tangible ni démontrée.

Et ne nous faisons aucune illusion, les travaux récents ou actuels qui étudient les baisses importantes de populations d’insectes ou d’oiseaux ne s’amélioreront pas avec l’interdiction des pesticides de synthèse. Les pesticides naturels auront des effets secondaires très comparables lorsqu’ils seront employés à très grande échelle. On peut juste espérer, mais sans preuve pour l’instant, que leur biodégradabilité sera plus rapide, et encore, pas ceux d’origine minière, incontournables en bio, comme le soufre ou le cuivre.