INTEMPERIES – VÓRTICE POLAR
Este año 2018 otra vez ha sido acompañado de intemperies
aquí, en Andalucía, al igual que en muchos más sitios del planeta.
No es tanto el tipo de intemperies que es inusual, sino
su secuencia, su frecuencia y su intensidad, y por supuesto sus consecuencias.
En el caso del melocotonero aquí, podemos hablar de la formación de frutos
múltiples, consecuencia del calor de otoño, de la dificultad para las plantas a
entrar en dormancia por culpa de un otoño interminable, a los daños de heladas
de primavera, a los daños de roces debido al viento en frutitos, a los daños de
granizo, etc.
Desde junio 2017, es decir en el espacio de 1 año,
podemos listar, en orden, un verano especialmente cálido, batiendo el récor de
días de más de 40ºC, un otoño muy seco, cálido y largo, un invierno sin lluvia
y muy frío para esta región, heladas de primavera y, a partir de final de
febrero, lluvias abundantes y repetidas, acompañadas de vientos violentos y de
numerosos episodios de granizo, un mes de mayo especialmente fresco, y un mes
de junio que arranca con temperaturas anormalmente bajas y humedad.
Los años se siguen pero no se parecen en nada. Son tan
diferentes que mis datos históricos, acumulados desde 1974, casi no me sirven
para nada.
Ya he hablado aquí de los modelos matemáticos que tienen una gran utilidad para prever,
anticipar.
Esta capacidad para anticipar nos permite prever las
fechas y la gravedad de determinados riesgos fitosanitarios, situar las fechas
de las cosechas, realizar aportes de riego ajustados, fijar las fechas de
siembra, etc.
Estos modelos representan un elemento esencial en los
métodos de agricultura respetuosa con el medioambiente, tanto la producción
integrada como todas las formas de agricultura ecológica.
La agricultura se basa en ciclos naturales, ellos siendo
condicionados por la meteorología. Las anomalías del tiempo afectan
directamente los comportamientos de las plantas y de los animales, con
consecuencias potencialmente graves sobre la producción de alimentos.
Imagen personal
Noto aquí que 2018 es el tercer año consecutivo mostrando
señales tangibles de un cambio climático. Un año atípico de vez en cuando
siempre ha sido la norma, un periodo de sequía prolongado durante varios años
también. Pero semejante secuencia de anomalías es muy anormal.
Hasta ahora, siempre se nos ha dicho que el cambio
climático es difícil de notar localmente, que son los datos globales que hay
que tomar en cuenta. Y hasta el año 2015, podíamos observarlo, con una
variabilidad más o menos normal.
Pero esta serie de tres años atípicos es preocupante.
Parece que estamos entrando en una fase, igualmente anunciada desde mucho
tiempo por los meteorólogos, la de los fenómenos extremos.
Un artículo, publicado en el pasado mes de marzo en una
revista digital mejicana, nos aporta parte de la explicación de esta situación
y nos invita a prepararnos para tener que soportar serias inclemencias
climáticas en las próximas décadas.
Debilitamiento del vórtice polar causa fríos extremos en Europa
Vie,
2 Mar 2018
El
mismo fenómeno, que está vinculado con el calentamiento global antropogénico,
afectó a nuestro país en enero pasado
Figura 1: La
gráfica muestra valores de temperatura históricos para esta época del año en el
Ártico. La curva roja corresponde a la temperatura en los primeros meses del
2018, la curva blanca el valor esperado. Este fenómeno está creando un deshielo
histórico en la región circundante al Polo Norte.
Por:
Dr.
Alfredo Sandoval Villalbazo, coordinador del Programa de Servicio Departamental
de Física del Departamento de Física y Matemáticas de la Universidad
Iberoamericana Ciudad de México. Investigador Nacional Nivel II (SNI)
En el
año 2014 fue publicado en la revista Nature un estudio en el cual se analizó el
efecto del calentamiento del Ártico sobre el comportamiento de las corrientes
de aire frío existentes en dicha región del planeta (1). Los autores del trabajo mostraron que este
calentamiento alteraría significativamente el equilibrio del vórtice polar, al
punto de que masas de aire muy frío eventualmente descenderían a los
continentes, generando fríos extremos en latitudes medias.
Cuatro
años después, el efecto previsto por los autores de dicho trabajo se ha
verificado de manera dramática, afectando la costa este de los Estados Unidos,
el noreste de México (2) y más recientemente a Siberia y Europa occidental, en
dónde ya se han registrado decenas de defunciones debidas a los fríos extremos.
El
escenario también fue anticipado, de manera más urgente, en una reciente
comunicación científica enviada a la Sociedad Meteorológica Norteamericana;
ésta fue sometida a un riguroso arbitraje en mayo de 2017 y fue publicada en
línea el primero de febrero de 2018 (3).
Las
altas concentraciones de dióxido de carbono atmosférico derivadas de
actividades humanas tales como con la quema de combustibles fósiles y los
hábitos alimenticios han causado que el Ártico registre una tasa de
calentamiento muy superior a la del resto del planeta (4).
Durante
enero y febrero de 2018, las temperaturas registradas en el Ártico han superado
por cerca de 20 grados centígrados a sus valores normales históricos (ver
figura 1). Las corrientes de aire
relativamente cálido que han penetrado en el círculo polar boreal han actuado
como una daga que dio lugar a dos grandes masas de aire frío, las cuales al
descender a los continentes generaron temperaturas inusualmente bajas, primero
en América del Norte y después en Europa (ver figura 2).
Figura 2: En
esta imagen, elaborada por el Instituto de Cambio Climático de la Universidad
de Maine el 10 de febrero de 2018, se observa el vórtice polar dividido en dos.
Las temperaturas alrededor del polo norte se encuentran alrededor de 20 grados
centígrados por encima de su valor normal (región roja cerca del polo),
mientras que en Europa y Norteamérica se registraron temperaturas
significativamente bajas (regiones azules).
Desde
principios de febrero, la masa de aire polar ubicada en Siberia comenzó a
desplazarse hacia Europa occidental formándose la llamada 'Bestia del Este',
que ha generado tormentas de nieve impresionantes, inclusive en regiones
ubicadas muy al sur de Italia (ver figura 3).
Las
consecuencias del deshielo en el Ártico no se limitan a episodios de inviernos
muy fríos capaces de generar daños irreversibles en comunidades vulnerables.
‘Lo que pasa en el Ártico no se queda en el Ártico’, sino que las alteraciones
en los patrones de las corrientes atmosféricas contribuyen a la formación de
fenómenos extremos tales como huracanes de alta intensidad y ondas de calor
mortales.
Adicionalmente,
se han registrado cambios en las propiedades físicas de los océanos que afectan
a los ecosistemas, dando pie a que numerosas especies de animales deban migrar
y en algunos casos enfrentar escenarios de extinción.
Figura 3: En
esta imagen del primero de marzo de 2018 se muestra el vórtice polar dividido,
con un ártico anormalmente caliente, temperaturas muy bajas en Europa y
temperaturas moderadamente bajas en la costa oeste de los Estados Unidos. Los
colores indican desviaciones con respecto a los valores promedio para la época
del año actual.
Debido
a las características inusuales de los fenómenos climáticos registrados en el
2018, numerosos medios de comunicación en el extranjero han tenido que
concentrar esfuerzos para facilitar la comprensión del fenómeno del
debilitamiento del vórtice polar (5). Irónicamente, estos medios han debido
recurrir a información conocida desde hace años, publicada en revistas
científicas de alto impacto, pero que de alguna manera pasó inadvertida.
Las
concentraciones de gases de efecto invernadero no retrocederán en las próximas
décadas a los niveles registrados a principios del siglo XX, por lo que es
evidente que se seguirán presentando diversos fenómenos extremos vinculados con
el cambio climático. Únicamente, con un mayor acercamiento entre la comunidad
científica, la sociedad y los diversos sectores de los gobiernos que se podrán
afrontar exitosamente los escenarios derivados de la crisis ecológica por la
que atraviesa la humanidad.”
Referencias:
(1) Baek-Min Kim , Seok-Woo Son, Seung-Ki Min,
Jee-Hoon Jeong, Seong-Joong Kim , Xiangdong Zhang, Taehyoun Shim & Jin-Ho
Yoon, “Weakening of the stratospheric
polar vortex by Arctic sea-ice loss”,
Nature Communications 5, 4646 (2014)
(2) A.
Sandoval-Villalbazo, ¿Por qué el calentamiento ártico agudiza el frío en
nuestro país?, Prensa Ibero, 16 de enero de 2018.
(3) Kretschmer M. , D. Coumou, L. Agel, M. Barlow,
E. Tziperman & J. Cohen, 2017:
“More-persistent weak stratospheric polar vortex states linked to cold
extremes”,: Bulletin of the American Meteorological Society
(4) A.
Sandoval-Villalbazo, “ANÁLISIS: Ritmo de calentamiento en el Ártico, superior
al resto del planeta”, Prensa Ibero, 2 de mayo de 2017.
(5) Algunas notas de medios internacionales en las
que se incluyen descripciones del comportamiento del vórtice polar en el
contexto de los fríos en Europa son:
La
revista Forbes
El
periódico ABC de España
El
tabloide inglés The Sun
El
diario Financial Times
https://www.ft.com/content/50f82fb2-1d50-11e8-956a-43db76e69936
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