EL SUELO – LAS RAÍCES
La revista National Geographic publicó, unas semanas atrás,
un bonito artículo titulado “Digging deep reveals the intricate world of roots”
(Cavar profundamente revela el mundo complejo de las raíces), escrito por Becky
Harlan.
https://www.nationalgeographic.com/photography/proof/2015/10/15/digging-deep-reveals-the-intricate-world-of-roots/
https://www.nationalgeographic.com/photography/proof/2015/10/15/digging-deep-reveals-the-intricate-world-of-roots/
Los trabajos de los que habla se refieren a plantas
perenes herbáceas, y tienen un doble objetivo, científico de estudio del
desarrollo de las raíces y de su prospección del suelo por el Dr Jerry Glover,
del Land Institute de Salina, Kansas, y un objetivo artístico y didáctico de
demostración por el fotógrafo Jim Richardson.
El Dr. Jerry Glover limpiando raíces con chorro de agua de baja presión para no romper ninguna. (Foto Jim Richardson)
Te aconsejo la lectura de este artículo, en inglés,
incluso si no te manejas bien con el idioma, aunque tan solo sea para admirar
todas las increíbles fotos de sistemas radiculares enteros. La parte escondida
de las plantas es realmente muy espectacular.
Hay que notar que esas fotos no son realmente
representativas de la arquitectura natural de las raíces. Es que, tanto para
las necesidades del estudio como para las necesidades del fotógrafo, las
plantas se han desarrollado en grandes tuberías de PVC a modo de maceta, sin
competencia ni dificultad especial. Los sistemas radiculares obtenidos son una
especie de potencial ideal, muy aprovechable para el científico y el artista.
En la naturaleza, las dificultades encontradas (disparidad del suelo,
parasitismo, problemas climáticos, agresiones variadas, competencia con otras
plantas) habrían dado sistemas radiculares probablemente muy diferentes. Lo que
no resta nada de su belleza ni de su utilidad.
Es muy interesante observar que, a fin de
cuentas, la planta tiene mucho parecido con un iceberg, cuya parte más
voluminosa no se ve.
Las raíces prospectan el suelo para alimentar
a la planta, y son capaces de bajar a profundidades insospechadas, siempre que
se lo permita el suelo.
Las raíces más profundas conocidas son las de
una higuera silvestre del Transvaal, en Sudáfrica, que alcanzan 120 metros de
profundidad, y las de un olmo inglés, que alcanzan 110 metros. Una sola planta
de centeno de invierno puede producir 623 km de diminutas raíces. El sistema
radicular el más extendido conocido actualmente, es el de un álamo temblón de
Canadá, que cubre 43 hectáreas, y pesa 6.000 toneladas. En otras palabras, este
árbol se sitúa en el centro de un área ocupada por sus propias raíces de
aproximadamente ¡¡¡750 metros de diámetro!!! (Fuente de estas informaciones: http://www.lesarbres.fr/records.php)
El mundo de las
raíces es insospechado y fundamentalmente importante.
En efecto las
raíces juegan papeles diversos, numerosos y fundamentales en la vida del suelo
y de los ecosistemas en general.
Algunos de esos
papeles son muy conocidos, otros mucho menos.
-
Anclaje
de las plantas. Les permite resistir al viento, a la lluvia, a la erosión.
-
Alimentación
de las plantas. Es por las raíces que las plantas extraen la mayor parte del
agua y de los elementos nutricionales que necesitan.
-
Órgano
de supervivencia. Muchas plantas (aunque no todas), son capaces de volver a
crear su parte aérea desde su sistema radicular, después de un incendio, de heladas,
o de determinadas agresiones externas.
-
Estabilizador
de los suelos. La presencia de las redes radiculares muy densas permite
estabilizar los suelos, reduciendo o impidiendo la erosión. La deforestación
tiene generalmente como consecuencia una desertificación por desaparición de la
parte la más fértil et estable del suelo.
-
Estructurador
de los suelos. La prospección radicular produce galerías que, cuando la raíz
muere y desaparece, sirve para la aireación del suelo, para la circulación del
agua, para los movimientos de los microorganismos del suelo. Este papel
permite, por ejemplo, una mejora de la biodiversidad y el almacenamiento del
carbono.
La vida de una
raíz en el suelo no es muy tranquila. Va sufrir todas clases de agresiones,
debidas al clima (heladas, inundaciones y asfixia, sequía con roturas por
fisuración del suelo), debidas a roedores, enfermedades, insectos, nematodos.
Cada vez que una raíz queda amputada, la planta lucha produciendo otra. Su
supervivencia pasa por une regeneración permanente.
Las raíces no
tienen todas el mismo papel en el suelo. Especialmente se puede distinguir
-
Las
raíces superficiales, a menudo finas y extremadamente numerosas, conectadas muy
cerca de la parte aérea de la planta, encargada de absorber los elementos
nutricionales liberados por la mineralización de la materia orgánica, que se
produce en los 40 primeros centímetros del suelo, en general,
-
Las
raíces profundas, conectadas a raíces gruesas que bajan hacia la profundidad
del suelo, encargadas especialmente de la alimentación en agua, que van a
buscar tan profundo como sea necesario.
La agronomía tradicional
ha estudiado ampliamente el modo de penetración de los elementos nutricionales
desde la solución del suelo hacia el interior de los pelos absorbentes, esos billones
de diminutas raíces que juegan un papel esencial en la vida de la planta.
Conocemos bastante bien la relación de la raíz con su entorno mineral.
Foto extraída del artículo del National Geographic.
Foto extraída del artículo del National Geographic.
Lo que
conocemos muy mal, es la relación de la raíz con su entorno biológico. He
comentado hace muy poco la relación entre las plantas fijadoras de nitrógeno y
el rizobio en un beneficio mutuo. Algún día hablare también de las micorrizas,
esos hongos microscópicos del suelo, que viven en simbiosis con las plantas, aprovechando
la fotosíntesis a cambio de una transformación del fosforo del suelo que la
planta tiene muchos problemas para absorber sola.
Existe una
enorme cantidad de otros microorganismos en el suelo, de los que no conocemos
las interacciones con las plantas. Sin embargo, es muy probable que jueguen un
papel desconocido pero muy importante, tanto en la vida de los suelos, como en
la vida de las plantas.
Pues es una muy
buena noticia, aprender que varios equipos científicos americanos van a recibir
importantes fondos para financiar una investigación sobre esas relaciones, con
unos estudios sobre pasto varilla (Panicum virgatum).
Esta gramínea perenne,
nativa de Norteamérica, considerada durante tiempo como mala hierba, ampliamente
eliminada para dejar paso a maíz y trigo, y dotada de un sistema radicular muy
potente, representa un cultivo potencialmente interesante para el futuro. Es
una gran consumidora de carbono, y una plantas cuyas potencialidades van desde
la biomasa al pienso para ganado, con la capacidad de crecer en tierras poco fértiles.
Su muy gran desarrollo permite conseguir grandes volúmenes de cosechas con
pocos recursos.
Entra en la categoría
de los cereales perennes, que podrían encontrar un sitio nuevo en una
agricultura de futuro, menos consumidora de recursos hídricos, nutricionales y
de tierras fértiles.
Total, en
algunos años, conoceremos algo mejor esas interacciones. Esos descubrimientos influirán
seguramente de manera profunda en la agricultura, en su gestión de los suelos,
de los recursos hídricos y en la nutrición vegetal.
¡FELIZ NAVIDAD!
Imagen de Michael Halbert
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