REFORMAR EL ECOLÓGICO NO ES TAN NATURAL
El pasado 8 de Noviembre el diario belga La Libre
Belgique publicaba un corto y conciso
dosier sobre la reforma de la reglamentación europea de agricultura ecológica,
que estuvo a punto de fracasar.
Es interesante echarle un vistazo a la situación, ahora
que la reforma, por fin ha sido adoptada, el pasado 20 de noviembre.
Puedes leer la reacción del comisario europeo a la
agricultura, Phil Hogan, después del voto http://europa.eu/rapid/press-release_STATEMENT-17-4727_es.htm
Imagen: http://www.europarl.europa.eu/resources/library/images/20171121PHT88524/20171121PHT88524-cl.jpg
Este dosier (en francés) ha sido preparado por Isabelle
Lemaire. http://www.lalibre.be/actu/planete/les-nouvelles-regles-du-bio-en-europe-pourquoi-ca-coince-5a033a41cd70fa5a0623221f
“Las nuevas reglas del ecológico en Europa: Porque
no avanza:
Europa quiere revisar su legislación sobre ecológico. El voto, el 20 de
noviembre, se ve muy incierto. Revisión de las reformas propuestas y de lo que
bloquea.
Negociaciones. Si
la reforma del ecológico desemboca, habrá sido es proceso legislativo más largo
de toda la historia de la Unión europea. Es que 18 trílogos habrán sido
necesarios para llegar, el 28 de junio, a la actual propuesta. Todo empezó muy
mal ya que el sector de la agricultura ecológica se opuso fuertemente a
cualquier cambio legislativo. En 2007, la primera reglamentación había sido muy
criticada ya que se apoyaba sobre el mínimo denominador común. Pero después
había sido duramente defendida por el sector ecológico, frente al proyecto de
nuevas reglamentaciones. Las negociaciones, iniciadas en 2105, fueron
especialmente laboriosas ya que los Estados miembros defendían solo sus
peticiones particulares. Provoco repetidas crisis en el seno de Consejo europeo
y parones en el proceso de negociación.
Las grandes novedades en 7 puntos:
Al
término de casi tres años de intensas negociaciones, el Consejo europeo votara,
el 20 de Noviembre, una reforma de la legislación sobre ecológico. Un voto cuyo
resultado es muy dudoso, los intereses particulares de determinados Estados
miembros pareciendo ser incompatibles. Si el texto se aprueba, será de
aplicación a partir del 1 de julio de 2020. A continuación las grandes
novedades.
1-
Ningún
umbral de productos químicos (todavía) autorizado.
Bélgica,
Italia, Chequia y Eslovaquia han implantado umbrales de productos químicos
(plaguicidas, abonos), no autorizados en agricultura ecológica, en los
alimentos ecológicos. La Comisión europea (y Bélgica que ha practicado un lobby
intenso, uniendo varios pequeños países a su causa) quería que sea una norma en
el seno de la Unión. Pero ha sido rechazado especialmente por Alemania y
Francia, que temían que el marchamo ecológico pierda su autenticidad.
En su
sitio, la reforma prevé medidas de precaución reforzadas para evitar cualquier
contaminación por productos químicos. Si una sospecha de contaminación afecta
al producto, no podrá llevar la marca ecológica, el tiempo que la investigación
demuestre eventualmente lo contrario, los cuatro países que tienen umbrales
podrán mantenerlos. En un máximo de cuatro años, la Comisión producirá un
informe sobre los motivos de las contaminaciones y podría decidir una
armonización legislativa (umbrales o no umbrales para los 28 estados miembros).
2-
La
agricultura hidropónica queda prohibida
Los
Países Bálticos y Holanda querían conseguir que se pueda hacer cultivo
ecológico sin suelo pero no lo pudieron. Las producciones hidropónicas siguen
prohibidas en agricultura ecológica pero tres países (Suecia, Dinamarca y
Finlandia) se benefician de una derogación durante diez años. Solo afecta una
superficie total de 20 hectáreas.
3-
Las
reglas de equivalencia para el ecológico no europeo desaparecen.
Era
una aberración a escala del planeta, denunciada por la Organización Mundial del
Comercio. Para los productos ecológicos que importa, la UE reconoce organismos
de control fuera de la Unión para la certificación de productos ecológicos,
siguiendo reglas de producción equivalentes. La reforma terminara
progresivamente con esto. A partir de 2015, los países fuera de la UE tendrán
que cumplir con el protocolo ecológico europeo si quieren vender sus
producciones en los mercados europeos. Derogaciones serán posibles para
determinados productos como los plátanos.
4-
El
acceso a las semillas se hace más fácil.
Las
variedades tradicionales, hoy por hoy prohibidas a la venta, y variedades
especialmente creadas para ser adaptadas a este tipo de producción, serán disponibles
para la agricultura ecológica.
5-
Controles
reforzados en las fincas.
Actualmente,
los productores son controlados en el terreno y sobre documentación, una vez al
año, con el fin de verificar si no hacen trampas. También son objetos de
controles por sorpresa. Con la reforma, los controles serán basados sobre un
análisis de riesgos sistemático. Los controles anuales y por sorpresa serán
mantenidos pero sin ninguna irregularidad se observa durante tres años, el
control en el terreno solo se hará cada dos años. Al revés, si se observan
anomalías repetidas, los controles serán intensificados.
6-
Los
pequeños productores se agrupan.
La
nueva legislación autoriza la formación de agrupaciones de productores, en las
que se pone en común la infraestructura y el material. De esta manera, los
pequeños agricultores podrán mutualizar sus costes de producción y de
acreditación en ecológico, que es elevado.
7-
Nuevos
productos certificados.
Se
trata de los conejos, de los cérvidos, aceites esenciales, corcho, algodón, sal
o lana.
3
PREGUNTAS A
Blanche
Magarinos-Rey.
Abogada
especializada en derecho medioambiental.
Defiendes la proposición de reforma de la legislación sobre ecológico.
¿Por qué?
El
texto contiene progresos reales sobre las semillas, la biodiversidad, por
ejemplo. La eliminación de las reglas de equivalencia con los países terceros
podrá permitir desarrollarse al ecológico europeo ya que, en la actualidad, 50%
de los productos ecológicos vendidos en la Unión europea se importan. Si este
compromiso fuera rechazado, sería, en mi opinión, una auténtica catástrofe, un
desastre. Es poco probable que la Comisión vuelva a trabajar en un nuevo
proyecto de reforma. Nos quedaríamos pues, con la legislación de 2007 con sus
imprecisiones, sus derogaciones, el sistema desequilibrado de importaciones de
productos ecológicos, etc.”
(Las otras preguntas afectan al voto en sí y al caso
específico de Bélgica).
En los aspectos técnicos, es de notar la prohibición de
los cultivos sin suelo. Este punto me parece especialmente discutible, en la
medida en que esta técnica permite la puesta en práctica de una agricultura
confinada, totalmente fuera del alcance de las enfermedades y de las plagas, y
en consecuencia una total ausencia de necesidad de empleo de pesticidas ni
sintéticos, ni naturales. Es cierto que el aspecto nutricional es todavía difícil,
pero grandes avances han sido realizados en este aspecto, haciendo que la
nutrición orgánica sea ahora posible en hidroponía.
Los cultivos sin suelo también permiten la valorización
de zonas incompatibles con la agricultura, con una utilización óptima de los
recursos hídricos, casi sin desperdicio (todo es recuperado, compostado y
reciclado, desde los sustratos a las soluciones nutritivas, pasando por los
plásticos y los restos de los cultivos anteriores), con unas productividades
muy elevadas por unidad de superficie, y la posibilidad de producir localmente
alimentos sanos a todo lo largo del año. Es una agricultura moderna, eficiente,
casi sin efecto negativo sobre el medioambiente ni la salud humana.
Me parece una lástima eliminar a priori una vía
interesante de la que parece evidente que a corto o medio plazo, seremos
capaces de llevarla de una manera totalmente compatible con la agricultura
ecológica.
También existe un número creciente de proyectos de agricultura
urbana sin suelo que no van a poder beneficiarse del sello ecológico, aunque
las técnicas empleadas parecen estar en acuerdo con la filosofía, a parte de la
ausencia de suelo.
Me parece perjudicial tanto para los productores como
para los consumidores.
En mi opinión, es un grave error, típica de una ideología
que tiene una visión reductora, estrictamente limitada a la aplicación tonta
del dogma.
Pero vamos, la reforma fue finalmente votada. Pero ¡a qué
precio!
Hemos estado muy cerca de un bloqueo por puro inmovilismo,
para defender intereses particulares en detrimento del interés común.
Esto me refuerza en la ida de menos Estado, más Europa.
Total, si queremos hacer que Europa funcione verdaderamente, hay que sacarla de
sus disputas de campanario. Solo entorpecen el buen funcionamiento del sistema,
y a fin de cuenta, el perjuicio siempre recae sobre los habitantes y sobre las
empresas que dependen de esas decisiones políticas.
Sabes que no soy un fanático de lo ecológico, no tanto en
lo que a producción se refiere, sino en lo que afecta a su comunicación. Se
trata en primer lugar de una amplia manipulación de la opinión pública, basada
en un dogma según el cual todo lo que es natural es bueno para la salud y no
contaminante. En sí es una tontería, pero sobre todo, da lugar a un montón de
abusos bajo el único pretexto que “es natural”.
Sin embargo, lo ecológico es una vía que toma cada día
mayor protagonismo, que afecta a una parte cada vez mayor de la alimentación,
tanto en Europa como en el resto del mundo. También es una línea directriz que
habrá tenido el gran mérito de cuestionar muchas prácticas criticables en todas
las ramas de la actividad humana. La agricultura está ganando en sostenibilidad
en parte gracias a los aportes técnicos procedentes de la reflexión sobre la
producción ecológica.
La Unión europea es actualmente un ejemplo en materia de
exigencia, de control y de seriedad en materia de legislaciones referentes al
medioambiente, los pesticidas, la salud, la calidad de los alimentos.
Muy poco ha faltado para que se quede atrás en materia de
agricultura ecológica.
Un poco de armonización no viene nada mal, para que los
consumidores no se pierdan tanto, y para que los agricultores puedan trabajar
con medios mejor adaptados, y mejor controlados.